Te sorprenderá la cantidad de dinero que ganan las chicas con esto.
La compraventa de bragas se convierte en la mejor opción para ganar dinero rápido en Latinoamérica.
Un nuevo negocio está surgiendo en internet, el de la compraventa de tangas usadas, una manera sencilla de ganar dinero y que está cobrando auge, sobre todo, entre las mujeres. En latinoamérica cada vez son más las chicas que se suman a este negocio, llegando a ganar bastante dinero por vender su ropa interior, pero ¿quiénes son los compradores?
«La mayoría de compradores interesados suelen ser hombres»
Este tipo de venta tiene su origen en Japón, y ahora se extiende por otros puntos del mapa, llegando a nuestro continente. Sin embargo, cabe preguntarse quiénes son los interesados en tener este tipo de prendas (usadas) entre sus pertenencias. La mayoría de compradores interesados suelen ser hombres, quienes también venden sus calzoncillos por la red.
Este «fetiche» se puede encontrar en diferentes páginas web donde las chicas latinas venden su ropa interior. En la aplicación, los hombres tienen la oportunidad de ver cada una de las prendas y elegir cuál se ajusta más a sus intereses. Y, ¿de quién fue la gran idea de crear Qukkos.com? de Arex, una hombre que se adentró en este mundo tras hacer un viaje a Japón, donde este negocio es muy potente.
Además, aunque parezca mentira, las mujeres llegan a ganar bastante dinero con sus ventas, alcanzando cifras de hasta 900 dólares, o más. Cada día se apuntan unas 30 personas a la web, curiosos que deciden indagar en este «pequeño» pozo de dinero.
Un negocio cada vez más rentable
Sin embargo, estas ventas tienen un hándicap y es que, aquellas prendas que se posicionan como las más vendidas suelen estar ligadas a la imagen que se muestre, hablando en plata, venden más aquellas chicas que posan con esa ropa que las que no. Y es que uno de los aspectos que se persigue es el erotismo, sin llegar a la pornografía.
Actualmente, hay sitios de internet que cuentan con hasta con 100.000 vendedoras, cuya media de edad se encuentra entre los 35 años. Y, si bien es cierto que algunas personas pueden tachar este «fetichismo» como algo «extraño», cada vez está más normalizado en la sociedad, llegando a convertirse en un modelo de negocio rentable, con el que ganar algo más de dinero. ¿Te apuntas?